Soledad una fortaleza directiva

17-10-2024

Soledad una fortaleza directiva

“Y algunas veces suelo recostar, mi cabeza en el hombro de la luna y le hablo de esa amante inoportuna, que se llama Soledad”.
J. Sabina.



Edward Hopper: Habitación de hotel 1931
Óleo sobre lienzo. Sala 45

Lecciones desde una Habitación de hotel donde, una muchacha reposa al borde de una cama. Es de noche y está cansada. Se ha quitado el sombrero, el vestido y los zapatos, y sin apenas fuerzas para deshacer las maletas, consulta el horario del vuelo que habrá de tomar al día siguiente.

Hoy, desde esta obra de Hopper: habitación de hotel, quiero abordar un tema que, aunque a veces se pasa por alto, afecta a muchos de nosotros en las posiciones directivas: la soledad. La soledad, podemos experimentarla cuando:
  • Hacemos tareas cotidianas (comer, dormir, viajar, pasear,…) solos.
  • Analizamos información y tomamos decisiones.
  • Asumimos responsabilidad ante situaciones de crisis
  • Garantizamos la estabilidad financiera de un proyecto.
  • Ante cambios significativos como reestructuración, fusiones,…
  • No nos sentimos apoyados/as en el equipo, o por la dirección.
  • Te trasladas a otro país o ciudad.

Desde mi experiencia, ser líder y estar en primera línea del negocio, no siempre es una tarea fácil. A medida que ascendemos en la jerarquía, la responsabilidad, la confidencialidad de la información, la toma de decisiones y tu impacto sobre las personas, aumentan exponencialmente. Este contexto puede llevarte a un lugar solitario. Es, en este aislamiento aparente, donde debemos buscar la oportunidad de crecer, aprender y liderar de manera más efectiva, junto a las características de un entorno cada vez más demandante tanto en lo personal como en lo profesional.


El Reto


Quiero compartir contigo cómo la soledad, de la que tanto se habla, en las posiciones directivas, puede convertirse en una herramienta estratégica, una fuerza motriz cuando se comprende y aborda adecuadamente desde el coaching.


El Objetivo


Escuchar tu pensamiento, para desde ahí, desarrollar tu entusiasmo y apasionarte por lo que eres, en vez de por lo que tienes, (Ser vs Tener) entrenándote para afrontar situaciones difíciles con perseverancia, soluciones constructivas e ilusión. Es un trabajo interior, con el que aumentar tu fortaleza y romper con tus limitaciones y prejuicios al mismo tiempo que un trabajo exterior con el que reinterpretar tu entorno.

“Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en lo más importante: cambiarse a sí mismo”.
Leo Toistol.

La teoría


Cada persona tiene su idea de soledad, dando lugar a soledades diferentes: sentirse alejado, invisible, vacío, ausencia de relaciones, serenidad, lo que necesito, alivio, silencio, … La soledad, desde mi punto de vista, en cualquier momento vital y especialmente en la posición directiva no debería ser vista como una debilidad, sino como una oportunidad para la introspección y el desarrollo personal.

En esos momentos de silencio, es cuando enfrentamos la responsabilidad de decisiones cruciales, es donde forjamos nuestra fortaleza interna y afinamos nuestro juicio. Te permite recibir las sensaciones de dentro, de tu tono vital, ordenar la cabeza, preguntarte y resolver situaciones, analizar y razonar. Es una oportunidad para valorar las personas que de las que te rodeas.

Desde el punto de vista científico, también existen distintos afrontamientos de la soledad.
  • La perspectiva cognitivo conductual, propone desarrollar la comunicación y habilidades sociales y cambiar los pensamientos negativos o autocríticos que se asignan a la soledad.
  • Las técnicas de aceptación y compromiso favorece la realización de actividades con significado.
  • Las teorías de afrontamiento personal, trabaja la autoimagen y los patrones que utilizas para conectar socialmente
  • La psicodinámica prioriza la gestión emocional.


La Práctica


Según lo expuesto, podemos concluir que la soledad puede ser experimentada como placer o sufrimiento.

Quiero distinguir la Soledad del aislamiento producido por el Ego directivo, ese que genera un Yo aislado, y desconectado. Desde ese exceso en uno mismo, contemplando tus cualidades y menospreciando a los demás. Donde tú eres lo único importante, impides la conexión con los demás y con el negocio. Esto puede conducir a la toma de decisiones apresuradas, a la falta de consulta con el equipo y a la falta de empatía. En lugar de aprovechar la soledad para crecer, te cierras y, olvidas que el liderazgo es un esfuerzo colectivo.


Entonces, ¿cómo desde el coaching podemos convertir la soledad en una fortaleza?

  1. Reconociéndola y aceptándola como parte inherente de nuestras responsabilidades.
  2. Buscando conexiones significativas con colegas, mentores y otros líderes. La red de apoyo es esencial.
  3. Cultivando habilidades que sumen como: La empatía, la comunicación efectiva y la capacidad de motivar a otros.
  4. Encontrando el equilibrio adecuado entre la soledad reflexiva y la colaboración constructiva para un liderazgo exitoso y sostenible.


Vivir la soledad desde el deseo, ¿a qué oportunidades te abre?:

  1. A la autocompañía, mírate dentro porque encontrarás mucho que ver.
  2. Quieres más a las personas, el tiempo pasa más despacio y sentimos mejor las cosas
  3. Transformar el entorno desde ti, ese paseo contigo mismo te permitirá cambiar lo que no quieres.
  4. Serenidad, paz mental.
  5. Recordar (vivir desde tu pensamiento)
  6. Meditar para cambiar el curso de tus pensamientos y practicar la autoinstrucción parcial (dividir el inicio de la actividad en pequeños movimientos y tareas para empezar por la primera).
  7. Provocar para lograr asociaciones y conexiones nuevas: crear
  8. Planificar: Qué, cómo, cuándo, con qué, con quién
  9. Realizar actividades


¿Qué hago cuándo me siento solo/a?

  • Desarrolla otro punto de vista y cultiva lo positivo para ser constante y fuerte ante cualquier circunstancia. La ilusión no llega, se construye con trabajo diario, esfuerzo y tiempo.
  • Acepta lo que sientes, si es positivo, ¡perfecto!, incrementará tu energía vital y si es negativo, no luches contra ello, siente lo que ocurre desde una posición de observador, te permitirá conocer lo que necesitas para remontar.
  • Valora lo cotidiano. Semanalmente busca al menos 3 razones por las que consideres tu soledad como oportunidad de desarrollo. Compártelos con 5 personas de tu entorno.
  • Crea retos haciendo tu trabajo más eficaz, aumentando tus competencias y convirtiéndolo en una especie de hobby.
  • Olvida rivalidades, el rencor te carga negativamente y te bloquea para disfrutar del presente y planificar el futuro. Perdonar es renunciar a castigar, odiar o juzgar.
  • Alimenta tu ilusión con acciones y tomando decisiones. En definitiva, encuentra sentido a lo que haces y disfrútalo. Escoge lo que te ilusione.
  • Ayuda a otros y cultiva el espíritu de servicio. Cada contacto con una persona es una oportunidad para mejorar su vida y la tuya. Cada noche responde a esta pregunta, ¿a quién has ayudado hoy?.
  • Sonríe a la vida y da gracias. Busca motivos de agradecimiento cada día y exprésalo en tu entorno.

Desde aquí te agradezco tu atención y te animo a seguir trabajando para construir un entorno empresarial en el que todos podamos desplegar todo nuestro potencial. Y ahora,… ¿Cuál va a ser tu primer paso?.

“Si llega la inspiración que te coja trabajando”.
P. Picasso

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